La incontinencia urinaria de esfuerzo es una afección común que afecta a muchas personas, especialmente a las mujeres que han dado a luz. Se produce cuando los músculos que controlan el flujo de orina se debilitan o se dañan, lo que provoca una pérdida involuntaria de orina cuando se ejerce presión sobre la vejiga. Esto puede ocurrir durante actividades como toser, estornudar, reír o realizar esfuerzos físicos como correr o levantar pesos.

 

El impacto de la incontinencia urinaria de esfuerzo en la calidad de vida puede ser significativo, ya que conlleva problemas de higiene y un mayor riesgo de infecciones del tracto urinario. Las personas también pueden experimentar retraimiento social o aislamiento debido a la vergüenza o el miedo a las pérdidas.

 

Afortunadamente, existen varias opciones de tratamiento para la incontinencia urinaria de esfuerzo. La primera línea de tratamiento suele consistir en medidas conservadoras como ejercicios para los músculos del suelo pélvico, cambios en el estilo de vida como dejar de fumar o perder peso, y técnicas de entrenamiento de la vejiga para ayudar a los individuos a controlar sus ganas de orinar.

 

Si las medidas conservadoras no son eficaces o si la afección es grave, puede recomendarse la cirugía. Esto puede implicar procedimientos como la colocación de una malla para sostener el suelo pélvico o un esfínter urinario artificial para mejorar el control de la vejiga.

 

Es importante que las personas que sufren incontinencia urinaria de esfuerzo busquen atención médica y analicen sus opciones de tratamiento con un profesional sanitario. Con el enfoque adecuado, es posible controlar o incluso curar esta afección y mejorar la calidad de vida.

 

El tratamiento de la incontinencia urinaria siempre ha sido una operación compleja que requiere un largo periodo de recuperación. Sin embargo, el Doctor Harold Almonte en Vithas Almería ha introducido una nueva técnica mínimamente invasiva para tratar esta afección, lo que les convierte en pioneros en Andalucía. Esta nueva técnica consiste en el uso de inyecciones uretrales con Bulkamid.

 

Bulkamid es un gel hidrófilo permanente y no absorbible que está compuesto por un 97,5% de agua. Se inyecta en la uretra, que es el conducto que vacía la vejiga, justo debajo del cuello de la vejiga. El gel crea un montículo que crece hacia el tubo, y este proceso se repite hasta que el tubo se cierra. Esto permite que la orina fluya cuando el cuello de la vejiga se abre al orinar, pero permanece cerrado cuando la vejiga está en reposo para evitar las pérdidas de orina durante la actividad física.

 

Lo mejor de esta cirugía es que puede realizarse en régimen ambulatorio, lo que significa que no hay necesidad de hospitalización. El paciente puede irse a casa el mismo día y no es necesario insertar una sonda urinaria, lo que elimina todas las complicaciones asociadas a la cirugía invasiva. Además, este procedimiento mínimamente invasivo acorta significativamente el tiempo de recuperación, lo que permite al paciente volver a su rutina normal lo antes posible.

 

Esta solución sencilla, eficaz y duradera para la incontinencia urinaria ha supuesto un cambio radical para los pacientes que han estado luchando contra esta afección. El uso de Bulkamid ha hecho que el tratamiento de la incontinencia urinaria sea más accesible, menos doloroso y menos invasivo, lo que supone una mejora significativa con respecto a los métodos quirúrgicos tradicionales.